La Fundación Alimerka volvió a celebrar el acto de entrega presencial de los Premios Luis Noé Fernández, que en 2020 tuvo que ser cancelado por la situación sanitaria y se sustituyó por una serie de encuentros virtuales. Con un aforo más reducido que en anteriores ediciones, por prevención por parte de la organización, la sala de cristal acogió una ceremonia que volvió a emocionar a los asistentes.
El Grupo VALORNUT de la Universidad Complutense de Madrid, galardonado en la categoría de Nutrición, explicó en qué consiste su trabajo de valoración nutricional y anunció que con la cuantía del premio pondrán en marcha un nuevo proyecto para investigar la relación entre la alimentación y las enfermedades como el Alzheimer. Por su parte, LATE Asturias, ONG de Gijón que trabaja en una pequeña comunidad senegalesa, reconoció que el galardón ha sido un balón de oxígeno, ya que cuenta con muy pocos recursos, y les servirá para cerrar el año con tranquilidad y seguir desarrollando sus acciones en terreno, además de mantener su colaboración con la comunidad senegalesa de Asturias. Por último, la Fundación INTRAS puso en valor la importancia de dar visibilidad a los problemas de salud mental, invisibles de por sí, especialmente cuando quienes los sufren son personas sin hogar.
Los premiados de 2020, que no pudieron recoger el galardón en persona, también fueron recordados en el acto. La Asociación NUPA tuvo especial protagonismo representada por Myriam Zuazua, abuela de Matías, uno de los niños atendidos por NUPA. Como colofón, la presidenta de ALCLES León, Nonia Alejandre, compartió su historia de superación y sentenció con un claro mensaje: «Dona médula, dona vida».