Los XIII Premios Luis Noé Fernández han recaído en Marta Garaulet, en la categoría de Nutrición; la ONG PROCLADE, en la modalidad de Lucha contra el hambre y La Fraternidad de Francisco, de Avilés, en la modalidad de Asistencia Alimentaria. Las reuniones se celebraron ayer jueves en las instalaciones del Centro Logístico Alimerka. Como cada año, se establecieron tres jurados, uno por categoría, formados por expertos en cada materia.
El acto de entrega de los Premios Luis Noé Fernández tendrá lugar el próximo mes de diciembre en el Palacio de Congresos y Exposiciones Ciudad de Oviedo. Cada galardonado recibirá 15.000 euros en concepto de financiación para el proyecto presentado, así como una obra gráfica de la artista asturiana Helena Toraño.
En la categoría de Nutrición el premio ha recaído en Marta Garaulet, que lidera el Grupo de Investigación en Obesidad de la Universidad de Murcia. Marta Garaulet Aza es doctora en Farmacia, Nutricionista y Máster en Salud Pública por la Universidad de Harvard (EEUU), y Catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición en la Universidad de Murcia. En esta categoría el jurado valoró muy positivamente “la trayectoria internacional en el ámbito de la crononutrición y su aplicación en la prevención y tratamiento de patologías tan prevalentes como la obesidad y el síndrome metabólico, así como su esfuerzo para divulgar los avances obtenidos a la sociedad en esta área”.
En cuanto a la categoría de Lucha contra el hambre, el premio ha correspondido a la ONG PROCLADE, «por su trayectoria consolidada, rigor técnico y metodológico de su propuesta, su apuesta por la sostenibilidad mediante el trabajo en el ámbito comunitario para generar medios de vida más allá de la asistencia alimentaria inmediata y liderazgo en la educación para la transformación social”. Es una ONG promovida por los Misioneros Claretianos con más de 25 años de trayectoria. Esta ONG ha sido reconocida por sus proyectos en Burkina Faso y Haití en especial durante la crisis de la Covid-19. Con esta ONG colabora activamente el Colegio Codema de Gijón.
Por su parte, el premio de Asistencia Alimentaria ha recaído en la Fraternidad de Francisco, un proyecto de la Orden Franciscana Seglar de Avilés y Mensajeros de la Paz, por «su secular compromiso con los más desfavorecidos, desde una perspectiva integral y humana, no solo alimentaria, sin alterar el entorno». Se destaca “la labor de acompañamiento, formación en educación alimentaria, cocinado, higiene y manipulación de alimentos… todo en un ámbito geográfico que no dispone de este recurso, atendiendo también a la integración de antiguos beneficiarios, lo que dota al espacio de un carácter acogedor, seguro y de escucha”. Esta entidad fue fundada por el Padre Ángel.
Las tres categorías de los galardones manifiestan la paradoja de la alimentación en la sociedad contemporánea: por un lado, se reconocen iniciativas ejemplares en el campo de la nutrición y, por otro lado, se premian experiencias en el ámbito de la asistencia alimentaria en el entorno próximo y de lucha contra el hambre y la malnutrición en países en desarrollo.
Se valoran especialmente aquellos proyectos desarrollados a favor de colectivos “olvidados” o con baja visibilidad social, en coherencia con la visión de la Fundación Alimerka de apoyar y visibilizar a los miembros de colectivos vulnerables con baja representación en la sociedad, con la intención de contribuir a su autodesarrollo.
En otras ediciones se ha premiado a destacados profesionales de la nutrición, como Ángel Gil (Universidad de Granada), Luis Moreno (Universidad de Zaragoza), Fulgencio Saura (CSIC) y Miguel Gueimonde (CSIC). En otras categorías se ha galardonado a entidades como la ONG Sauce, de Kike Figaredo; Agua de Coco, Medicus Mundi y Acción contra el Hambre, entre otras.